La cama del enfermo

En el medio hospitalario recibe el nombre de cama el mueble dedicado a sostener al enfermo la mayor parte del tiempo, durante el período de permanencia ingresado en el establecimiento. Consiste en un somier sostenido sobre cuatro puntos de apoyo o patas que suelen estar provistas de ruedas  para su más fácil transporte y movilización.

Las ruedas de la cama, que permiten dicha movilidad, no deben estar siempre en posición de circulación; por ello, van provistas de un freno o disponen de un sistema tal que hace se eleven del suelo y se apoye la cama sobre unos soportes fijos. Sea cualquiera el método empleado, el hecho es que cuando la cama se encuentra en la habitación debe tener el freno echado o las ruedas elevadas para que esté fija en el suelo. Cuando sea preciso trasladar al enfermo o colocarlo en posición favorable a la luz para alguna exploración o cura se quitará el freno o se harán descender las ruedas para facilitar la colocación más conveniente.
Las camas para adultos deben tener el colchón a la altura de la cadera de un individuo normal, puesto de pie al lado de la cama, para permitir una fácil actuación sobre la persona acostada.

El somier, la mayor parte de las veces, es articulado (doble o triple). Hay diferentes tipos de cama; la más habitual es la que lleva un somier que tiene el tercio correspondiente a la cabecera con capacidad para ser elevado mediante el giro de una palanca situada a los pies de la cama. Al accionar esta palanca se eleva la cabecera con lo que se consigue una posición del enfermo con la cabeza y hombros más elevados, hasta lograr la posición de sentado. La altura más conveniente será la que en cada momento indique el médico o la enfermera.

Algunas camas, además de la articulación que permite elevar la cabecera, tienen otra articulación a nivel de las rodillas del enfermo, de modo que cuando se eleva produce la flexión de las piernas. Estas camas con doble articulación, cuando están accionadas, permiten que el enfermo se encuentre con la parte superior de su cuerpo y la cabeza elevados, prácticamente sentado y, además, con las piernas dobladas, lo que es útil en el tratamiento de muchos procesos o en el postoperatorio de ciertas intervenciones quirúrgicas.
La cama es la unidad del hospital. El tamaño de un hospital se mide por el número de camas de que dispone. En el número de camas de un hospital no se cuentan las camas que sirven para los acompañantes de los enfermos, ni aquellas destinadas a personal de guardia o que, por cualquier circunstancia, pernocte en el establecimiento.