El Centellograma Óseo
Los avances en medicina nuclear permiten la detección de algunos procesos mórbidos infecciosos o neoplásicos tanto durante su etapa sintomá...
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Los avances en medicina nuclear permiten la detección de algunos procesos mórbidos infecciosos o neoplásicos tanto durante su etapa sintomática como antes de que las manifestaciones clínicas permitan suponer su existencia.
Los técnicos en medicina nuclear, así como los médicos especializados en esta disciplina, cuentan para este objetivo con el centellograma o gammagrafía ósea, un estudio para el cual se requiere una capacitación mínima de 1 semestre en las asociaciones profesionales. En este breve período de formación, se requiere la profundización de los conocimientos en radiobiología, farmacología y bioseguridad, con la meta de mejorar el desempeño y favorecer la normas de precaución.
La técnica consiste en la administración de un radiofármaco que contiene tecnecio o galio, el cual se dirige en forma selectiva hacia áreas inflamatorias (enfermedades reumáticas), neoplásicas (cáncer) o infecciosas (osteomielitis), dependiendo del ligando incorporado al isótopo radiactivo. En muchas ocasiones, el centellograma contribuye a definir el futuro tratamiento de un enfermo o a determinar su evolución en el contexto del enfoque multidisciplinario.
A pesar de las novedades en tecnologías como la tomografía computarizada o las imágenes por resonancia magnética nuclear, la gammagrafía ósea no parece representar un recurso sustituible a corto y mediano plazo en la práctica de las ciencias de la salud.
Los técnicos en medicina nuclear, así como los médicos especializados en esta disciplina, cuentan para este objetivo con el centellograma o gammagrafía ósea, un estudio para el cual se requiere una capacitación mínima de 1 semestre en las asociaciones profesionales. En este breve período de formación, se requiere la profundización de los conocimientos en radiobiología, farmacología y bioseguridad, con la meta de mejorar el desempeño y favorecer la normas de precaución.
La técnica consiste en la administración de un radiofármaco que contiene tecnecio o galio, el cual se dirige en forma selectiva hacia áreas inflamatorias (enfermedades reumáticas), neoplásicas (cáncer) o infecciosas (osteomielitis), dependiendo del ligando incorporado al isótopo radiactivo. En muchas ocasiones, el centellograma contribuye a definir el futuro tratamiento de un enfermo o a determinar su evolución en el contexto del enfoque multidisciplinario.
A pesar de las novedades en tecnologías como la tomografía computarizada o las imágenes por resonancia magnética nuclear, la gammagrafía ósea no parece representar un recurso sustituible a corto y mediano plazo en la práctica de las ciencias de la salud.