Parasitología Médica

El estudio de las infestaciones parasitarias involucra a todos los profesionales de la salud. Así, mientras el médico es quien sospecha, propone el diagnóstico y administra un tratamiento, el bioquímico es el encargado de confirmar la presencia del parásito y el enfermero es quien suele asesorar al paciente en términos de la recolección de muestras biológicas y en aspectos prácticos de la terapia.

Las parasitosis involucran a cerca de un tercio de la población mundial, incluidos niños, adultos y ancianos. Por lo tanto, la sospecha diagnóstica para los parásitos intestinales (helmintos, protozoarios), sanguíneos (paludismo, tripanosomas) y cutáneos (escabiosis) es la principal herramienta con la que cuentan los profesionales de la salud.

Para los médicos, se indica la formación en Infectología mediante residencias o concurrencias, acompañada de la capacitación en esta subespecialidad en un centro específico. Bioquímicos y enfermeros pueden perfeccionarse en forma más directa por medio de los cursos ofrecidos por las casas de altos estudios y las sociedades científicas.

Tanto en los países industrializados como en las naciones en vías de desarrollo, se requieren profesionales capacitados y sólidamente instruidos en el enfoque de estas afecciones frecuentes.