Estudiar Infectología Pediátrica

La especialidad en Infectología Pediátrica es sin dudas tan interesante como compleja, y conlleva un prolongado período de estudios durante las etapas iniciales y de grado para los profesionales de la salud.

En condiciones ideales, el infectólogo pediátrico debe caracterizarse por una firme formación en Clínica Pediátrica, forjada por medio de una residencia médica y del apoyo de los cursos superiores brindados por las asociaciones de profesionales o bien por las principales casas de altos estudios. A continuación, una segunda residencia o concurrencia en Infectología Pediátrica, o bien la intensiva capacitación de los cursos universitario de posgrado, incluyendo las maestrías, darán lugar a la formación completa.

Por lo tanto, después de concluir la carrera de Medicina, el infectólogo pediátrico completa su plena capacitación en un período de 6 a 8 años, adquiriendo los conocimientos y la pericia necesaria para definir la situación de niños con infecciones complejas, como las adquiridas en forma intranosocomial, o la asistencia de los pacientes pediátricos con VIH o de aquellos con infecciones emergentes (enfermedad de Chagas, dengue, hepatitis E, kala azar) que han comenzado a dar sus primeros pasos en las naciones industrializadas en el marco de las tendencias migratorias del mundo moderno.